Mercados urbanos centrales, gestión y gobernanza de ciudad: Una aproximación a Valparaíso

Mercados urbanos centrales, gestión y gobernanza de ciudad: Una aproximación a Valparaíso

26 Enero 2014

El día de mañana organizaciones vecinales, cientistas sociales, movimientos ciudadanos y organizaciones culturales serán los arqueólogos de una ciudad arruinada por la carencia de un manejo estratégico de su gestión pública. 

Gino Bailey >
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Por Gino Bailey Bergamin

Sociólogo

MG Geografía y procesos Territoriales. 

El Mercado Puerto de Valparaíso ha estado detenido en fase de reconstrucción desde el terremoto de febrero del año 2010. Han pasado alrededor de cuatro años de gestión local, erradicación y reubicación de locatarios, incentivos por parte del edil para acelerar una eventual refacción enfrentada en discusiones que se sostuvieron con el CMN (Consejo de Monumentos Nacionales), sin contar los estudios previos de pre-factibilidad técnica (SEREX, 2006).

Mientras el mercado ha estado “regenerándose”, en el plan de la ciudad hemos podido constatar la aparición de nuevos consorcios de supermercados que se instalaron en tiempo record. El lugar ocupado fue el vacío urbano o edificación que no se podía sostener para su uso comercial o financiero. El Plan de la ciudad tiene un orden prioritario que ya conocemos en la eficacia del retail, conviviendo con lo esquelético de la modernidad de Valparaíso, sin que se pueda pasar de una pieza de colección a un activo económico local.

Esta escena es el mejor retrato del desarrollo urbano observado en el plan de la ciudad. La eficacia de la gestión local y la capacidad de gobernanza de Valparaíso están en crisis, por la sencilla razón que no puede concebirse la orientación de la planificación económica de la ciudad en un solo sentido, que no es precisamente el que se dice defender. Una gestión se reconoce internacionalmente como “mixta” en su ejecución y consecuencias. Veamos las ciudades escandinavas, donde son entidades privadas especializadas en cultura las que organizan todos los proyectos ligados a la economía cultural. Genova, Lisboa, Porto, Helsinki, Oslo, entre otras, han tenido tensiones en la forma de organización y gestión de la ciudad, igualmente ha sido la mixtura pública-privada la que ha definido el presente de la ciudad. En Valparaíso observamos una gestión pública ineficaz conviviendo con una gestión privada eficaz, la cual sí define los designios públicos de Valparaíso a través de la inversión y ganancia privada.

La morfología de la ciudad da cuenta de un tramado idóneo para la convivencia a una alta densidad urbana, de cultura peatonal, con circuitos económicos que son fácilmente alcanzables  y con una población que culturalmente se forjó en la dinámica Cerro-Plan.  Nada de eso ha sido prioritario en la “gestión estratégica” de Valparaíso. Esto va más allá de la gestión a partir del Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO del casco histórico.

La paralización del Mercado Puerto  se ha enredado en supuestas trabas del CMN (Consejo de Monumentos Nacionales) puestas en las deficiencias de factibilidad del proyecto de refacción que levantó el municipio. Justamente ahí radica la crisis, la falta de gobierno local y sesgo en el sentido de eficiencia-eficacia de la política urbana. Si tarda o no tarda, los motivos de porqué ha tardado, o quién es el responsable,  solamente pueden ser importantes desde un punto de vista superfluo.  La pregunta es otra, ¿por qué la gestión de la ciudad es eficiente cuando los patrones de dicho designio recaen en la administración privada? ¿Por qué no surte efecto la gestión estratégica pública para propender un efecto público?  La orientación pública de la ciudad ha sido mínima y eso es lo que realmente debiera preocupar.

Imaginemos que Cerro Alegre- Cerro Concepción y parte del emergente desarrollo de Cerro Bellavista son buenos ejemplos o pasan a ser parte de un manual de buenas prácticas internacionales. La polarización económica que se generó ahí ¿es parte de una orientación mixta de la ciudad o se debe simplemente a otros factores que no han sido puestos a la luz pública? Claramente, si analizamos los documentos de los cabildos sostenidos desde 1997 hasta la designación Patrimonial (2003), no encontraremos en ninguna parte la imagen del emprendedor foráneo que llegaría a la ciudad a reactivar económicamente los cerros con un “sentido cultural” La premeditación de la práctica no se aplica en todos los casos, pero el presente de la llamada gentrification  en dichos cónclaves no es un efecto donde estuvo la Gestión estratégica de la ciudad mínimamente. El efecto se produjo a partir de variables gestadas privadamente, la cual produce efectos públicos: el landscape de archipiélagos urbanos, hacia donde tiende Valparaíso.

Smolka y Furtado (2001) han reflexionado sobre esto como “Islas del deterioro” que quedan a la deriva, al igual que el vacío urbano. El Mercado Puerto, así como El Cardonal, invitan a preguntarse realmente sobre el futuro de una ciudad sin gestión estratégica pública.  La convivencia entre estas “Islas del deterioro” junto con el desarrollo de grandes consorcios, o emprendedores sin impacto económico local, es algo circunstancial. En realidad la consecuencia debiera ser otra, la desaparición de dichas islas y la consagración de la gestión privada comercial del plan de la ciudad a gran escala. Por el modo en que se ha ido desarrollando Valparaíso en esta última década (2000-2013) lo lógico hubiera sido encontrarse con otro tipo de ciudad, irreconocible y sin memoria, sin embargo producto de esta misma paradoja – creer que se está gestionando la ciudad bajo su designio patrimonial – el esqueleto muestra una resistencia que aún mantiene el paisaje urbano vivo.

URBACT, el programa cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, tiene el rol de promover un desarrollo sostenible de las ciudades europeas. Entre otros puntos,  ha puesto sobre su agenda prioritaria el rol de los Mercados urbanos.  A partir de diversos estudios (While, A,;EG Jonas; Gibbs 2002) han colocado a los Mercados centrales urbanos como fundamentales para el desarrollo local de la economía urbana. Además de ser tradicionales y congregar una gran cantidad de visitantes, los mercados son activos urbanos locales, generan una economía de redes y comprometen fuerza de trabajo local, genuinamente de la ciudad.  Así han iniciado algunas intervenciones en el mercado de Barcelona,  y observaciones sobre el Mercado de Leeds (Uk). Para ser justos con Valparaíso, en Chile no existe planificación estratégica al respecto, algunos académicos e investigadores (Arriagada, Simioni, 2001) lo han puesto en la discusión sin ser hasta el momento mayormente atendidos ni considerados por la institucionalidad. Esto se debe justamente porque la regeneración estratégica sobre Mercados Urbanos es consecuente con un cambio de paradigma de la recualificación urbana, donde los procesos de innovación en la regeneración de la ciudad a baja densidad,  se convierte en prioritario en nodos económicos y comerciales de la ciudad y no necesariamente concentrados en el foco residencial. 

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Pasar de una regeneración residencial hacia otra comercial-económica,  es un desafío país. Santiago de Chile es el más claro ejemplo de esta problemática de regeneración urbana con  cités y pasajes recuperados en seis años de manera exitosa (Dannemman,M, Rebolledo, A, Tapia, R., 2005) pero sin embargo, viven en una suerte de aislamiento residencial,  cercado por proyectos habitacionales a gran escala urbana, produciendo el efecto de resistencia y de aislamiento de estos barrios respecto al paisaje urbano del entorno. Una cultura peatonal frente a otra automotriz; una cultura barrial cohesionada frente a otra disgregada; un engranaje comercial céntrico peatonal,  frente a otro motorizado del gran supermercado. Lo que sucede en Santiago de Chile es ejemplifcador para reflexionar sobre la regeneración o recualificación urbana bajo ejes que vayan más allá de lo residencial. Lo residencial es necesario, pero la articulación comercial y económica de las áreas céntricas a una pequeña escala es fundamental a la hora de pensar una “Gestión estratégica” de la ciudad y un manejo de la “Gobernanza”

El incendio del Mercado de Talca en enero del 2014,  es otro hecho relevante al respecto. No existía plan de contingencia ni una propuesta clara de mejoramiento con los locatarios. Su administración se encontraba bajo terceros,  y la visión pública en un edificio que además de ser parte de Monumentos Nacionales era de vital importancia local, desapareció junto con el fuego.

El Mercado Puerto de Valparaíso ha mostrado claras deficiencia de “Gestión” puesta en los recursos para su recuperación. Si lo que se pretendía era desarrollar el foco entre Cochrane- Blanco y Errázuriz y desde ahí enlazar el sector de la Plaza Echaurren, ciertamente que la espera se ha transformado en un fracaso de la política urbana. El mercado Cardonal, situado en el sector Almendral no se queda atrás. Pese a que tiene un funcionamiento diario, vincula economías locales y ha tenido inyección de proyectos culturales (FONDART 2012-2013), no existe una visión y misión pública al respecto. ¿Alguien ha reparado en el riesgo inminente que existe al encontrarse tan cerca de Jumbo y de otras cadenas de gran impacto económico?

Tener un sentido de “Gestión estratégica” pública de la ciudad, significa promover una visión y práctica política conjunta con la ciudadanía que decante en el interés público de Valparaíso. Para ello es necesario apelar a la misma eficacia y eficiencia con la cual los proyectos inmobiliarios residenciales (torres)  e inmobiliarios comerciales (supermercado y retail), tienen efecto en el plan de la ciudad. En la actualidad el centro-ciudad se define en la polarización económica entre una activación del vacío urbano de gran escala económica (consorcios farmacéuticos y retail fundamentalmente) y restos arquitectónicos –humanos que sobreviven por cuenta propia, entre la informalidad y la decadencia de la ciudad.

Hablar del comercio establecido es referirse hacia algo intermedio, que es de vital importancia- tanto o igual que los Mercados urbanos- pero que sobreviven al igual que estos últimos, mientras el valor de suelo no se incremente. Si el costo de suelo comienza un incremento tipo Cerro Concepción, lo más seguro es que esta polarización se agudice aún más y el manejo público de la ciudad se vea perdido. ¿Quién podrá sostener el incremento del arriendo o de la propiedad en el plan de la ciudad? En ese sentido que el Comercio establecido existe, pero sin una gestión estratégica sobre el plan de la ciudad es más fácil ubicar el futuro en un plan donde el reino sea del comercio callejero y no del establecido.

De un Valparaíso en peligro de extinción estamos hablando.  El día de mañana organizaciones vecinales, cientistas sociales, movimientos ciudadanos y organizaciones culturales serán los arqueólogos de una ciudad arruinada por la carencia de un manejo estratégico de su gestión pública.  Para ello, no hace falta tener una visión tendiente hacia lo patrimonial o hacia el retail, simplemente sentar las bases – de manera urgente y necesaria- sobre lo público en el futuro de la ciudad.  

Desde esa posición, el Plan de la ciudad sigue siendo fundamental. Una valoración de los Mercados públicos a partir de una gestión estratégica, no solamente compromete el inmueble y la actividad económica, sino también el efecto de irradiación en la economía local. Casos internacionales como el Mercado de Leeds (UK) o la misma recuperación del Mercado de Bilbao (España) demuestran la centralidad que tienen estos enclaves públicos comerciales. Entre tantas cosas ya descritas, el equilibrio orgánico de una economía urbana, ha partido desde los Mercados, Max Weber lo sabía muy bien.  Es desde ahí que se ha intentado pensar en la disputa de la ciudad de consorcios vs. Ciudad de los ciudadanos. El desafío más consistente se ha centrado en otros contextos, puestos en la innovación y creatividad que pueda devenir desde los Mercados públicos.  Luego de acordar una gestión estratégica e investigar las principales dinámicas económicas de contexto la pregunta sería ¿cómo hacer frente al desarrollo inmobiliario residencial y comercial de la ciudad en esta segunda era global?, ¿cómo hacer atractivos a los mercados públicos para aglomerar otro tipo de público sin que se incurra en la motorización de la ciudad?


 

Bibliografía

Arriagada, C, Simioni, D 2001 Dinámica de valorización del suelo en el área metropolitana

del Gran Santiago y desafíos del financiamiento urbano. División de Medio Ambiente y

Asentamientos Humanos. Serie Medioambiente y desarrollo Nº44.  ECLAC-CEPAL.


 

Dannemann, M ; Rebolledo, A ; Tapia, R. Espacio habitacional colectivo y mejoramiento de dos cités de Santiago, Chile[artículos de revistas]. 2005, mayo. Publicado en: Revista INVI, n.53(2005:May.), pp.201-225, Ubicación: DOC 2897 H


 
 

SEREX 2006. Rehabilitación Mercado Puerto, Estudio de Prefactibilidad, Julio 2006 2006http://www.prduv.cl/fichas/obras/MejoramientoMercadoPuerto.pdf


 

Smolka, M; Furtado, F  Ensayo introductorio: Recuperación de plusvalías en Latinoamérica: ¿bravura o bravata?. En: Recuperación de plusvalías en América Latina,  alternativas para el desarrollo urbano. Smolka, Martim y Furtado, Fernanda, editores. Pontificia Universidad Católica de Chile, Eurelibros, Lincoln Institute of Land Policy. 2001

URBACT 2009 http://urbact.eu/en/projects/urban-renewal/urbact-markets/our-project


 

While, A, Andrew EG Jonas, Gibbs 2002 Enviroment as Good Governance: Sustainbility And The vision For Leeds, en:  Governance and Regulation in Local Environmental Policy Making Case-study Working Paper Number 5 October 2002: http://www2.hull.ac.uk/science/pdf/geogESRCwp5.pdf